Alrededor de la mitad de siglo pasado, durante unas cuantas décadas, en la ciudad de Loja se realizaba el Festival de la Lira y la Pluma, que anualmente agrupaba a los mejores artistas y poetas que daban lo mejor de sí, para un público anhelante de cultura, que asistía presuroso al emblemático Teatro Bolívar, escenario único en ese entonces para importantes espectáculos.
Invariablemente, se mantiene el aporte del Conservatorio de Música “Salvador Bustamante Celi” que produce músicos e intérpretes de la canción, de primer orden, que representan a la ciudad y a la provincia, bien como docentes o integrantes de conjuntos u orquestas sinfónicas de gran prestigio.
De igual manera, son las universidades que han crecido en número y nivel académico, las que aportan con una significativa cantidad de cultores de las diferentes manifestaciones del arte, cuyo mérito es reconocido en el ámbito nacional e internacional.
Luego de un considerable lapso, durante el cual empezó a menguar inexplicablemente el entusiasmo para lograr eventos de buen nivel, el Municipio de Loja en coordinación con el Ministerio de Cultura y Patrimonio –mediante un encomiable empeño- han logrado el financiamiento para el desarrollo –por segunda ocasión- del Festival Internacional de las Artes Vivas, evento que ya sobresale en la región; fue así que –entre el 16 y 26 de noviembre- se presentaron más de 400 artistas en múltiples escenarios y más de 1 100 en los espacios públicos de la ciudad. Llegaron desde varios puntos del planeta, con diferentes propuestas para los asistentes nacionales y extranjeros, que disfrutaron de una programación variada, de gran calidad y contenido. Loja, una vez más, vivió una fiesta para chicos y grandes.
Se hace propicia la más cálida felicitación para quienes lograron –al mínimo detalle- coordinar y desarrollar este inolvidable Festival, el cual, fervientemente, anhelamos continúe repitiéndose en los años venideros.