No solamente las marchas a favor o en contra del régimen calientan las calles. Lo que más calienta, es la cantidad de autos que circulan, especialmente en Quito, ante la “inmovilidad” de las autoridades encargadas de solucionar este problema.
No solo calientan las calles sino los ánimos de la gente, y por eso comienza a manifestarse en contra de todo. El Municipio de Quito debe tomar la decisión de reordenar la circulación vehicular de la ciudad; para lo cual he manifestado en algunas ocasiones mi humilde opinión, entre otras, que deben hacerse pasos a desnivel en el cruce de las avenidas, que de paso, no lo son, porque existen demasiados semáforos “inteligentes”, pasos peatonales funcionales, parqueaderos vehiculares suficientes, etc., la solución debe ser inmediata, no puede esperar a construir el Metro.
Seguramente por lo caliente, la gente salta como canguil. A este paso, si no existe solución, es decir si Quito no marcha ya sobre ruedas, probablemente lo haga sobre Rodas.