A golpes de cortinas de humo ha ocurrido la más feroz recentralización que recuerde nuestra historia. Este Régimen no tiene nada de progresista sino todo de conservador del centralismo, que es el corrupto status quo del Estado nacional, que desde siempre nos impide manifestar nuestras potencialidades y nuestra diversidad como regiones y municipios. Mucho había avanzado el municipalismo para que ahora le llamen “revolución ciudadana” al recentralismo regresivo que pusieron en marcha en Montecristi. Ya basta de dejarnos meter el dedo en la boca: desde el comienzo de nuestra historia es el centralismo, solo el centralismo y nada más que el centralismo, (con cualquier lindo nombre) el que ha empobrecido y desunido a la Patria, y ahora el nuevo partido conservador del status quo quiere ponernos a todos bajo un centralismo totalitario.