Aprovechando el período de gracia que se autootorgó el señor Alcalde para la inauguración del nuevo aeropuerto, me atrevo a formular las dos siguientes sugerencias:
La primera es el pensar a futuro e iniciar ya los trabajos y ampliaciones necesarias con base en la advertencia que realizaron técnicos especializados hace algunos meses ya sobre la infraestructura y capacidad del nuevo aeropuerto; en la que informaron que las seis mangas de embarque y desembarque serán insuficientes y saturarán al mismo desde inicios de su operación.
Y la otra es que sin presumir de visionario, la vía preferida por la mayoría de usuarios del nuevo aeropuerto a partir del próximo año será sin duda la ruta Calderón-Collas, por la sencilla razón de que será la de mayor fluidez; razón suficiente para pensar que esta vía prioritaria habrá que potenciarla al máximo en su amplitud, ya que como podemos constatar de acuerdo con los últimos trabajos de ensanchamiento, han logrado apenas una vía de dos carriles por sentido. Esperamos una mayor visión de parte del Alcalde y que no endose los costos de nuevas ampliaciones y expropiaciones a su sucesor.