No hay ninguna duda de que los tiempos están cambiando vertiginosamente en muchas de las instituciones nacionales, la concerniente a las Relaciones Exteriores no se ha librado y ya vemos cómo se va acabando la época de la diplomacia de nombres ilustres y de rancio abolengo, de los eruditos y estudiosos del derecho internacional y de políticos que aprovechaban de la cuota respectiva para representarnos en el mundo diplomático. También, según la expresión de nuestro Mandatario, están desapareciendo las momias cocteleras para dar paso a ciudadanos de las minorías raciales y étnicas de nuestro país y, de esta manera, mostrar al mundo que tenemos ciudadanos que nos pueden representar dignamente fuera de nuestras fronteras. Desaparecida la Academia diplomática, el Gobierno ha escogido al IAEN para que los prepare en las diferentes materias concernientes al manejo y conocimiento de las relaciones internacionales que son complejas y requieren personajes que tengan una amplia capacidad para solventar los problemas que siempre se presentan en este trabajo. Los 70 nuevos funcionarios que fungen de terceros secretarios y que serán asignados dentro y fuera del Ecuador deben reunir estos requisitos y además saber varios idiomas, no sólo el inglés, sino también el francés, alemán y posiblemente el mandarín, pues el acercamiento a China en asuntos comerciales así lo exige.