Lamentablemente en la actual época en que vivimos, materialista y ególatra, no existen los valores antiguos que enaltecían al ser humano. Hoy el éxito es catalogado por cuánto dinero tiene el ser humano, y no en cuántos valores humanos, éticos, morales y cristianos posee. He leído con mucha pena y preocupación cómo se despide de su cátedra universitaria, una eminencia en el campo del derecho, el Dr. Jorge Zavala Baquerizo, ante las exigencias del gobierno de un PhD para ejercer la cátedra. Un maestro en derecho no puede ser catalogado por un cartón que da título teórico a una persona, pero que en nada le acrecienta sus conocimientos prácticos que son los que realmente distinguen a un profesional destacado de un neófito en la materia. No hablo aquí porque no se merecen, de quienes compran títulos universitarios o lo obtienen en forma fraudulenta, por el simple hecho de ser ególatras y creerse superiores a los demás por ostentar un título mal obtenido. Me refiero a la experiencia adquirida con la práctica día a día en una profesión, como siempre lo hizo este destacado doctor en la rama del derecho; casi toda su sabiduría la obtuvo en la práctica, mucho más que lo que pudiera haber conseguido desde la teoría, donde generalmente todos los conocimientos se obtienen con la lectura de libros o con la enseñanza que poco o mucho puedan dar los profesores.
Ha escrito muchos libros sobre jurisprudencia, un científico de la criminología, una leyenda viviente, que por estas cosas de la revolución ciudadana del siglo XXI, pierde la sociedad en las aulas universitarias. Como Él dice: “no tengo título que me acredite como eminencia”, y por eso deja la cátedra universitaria. Los títulos no se logran sino con la experiencia y la capacidad lograda con el tiempo ejerciendo y practicando la profesión, cualquiera que sea, no con un título colgado en la pared, como un símbolo muchas veces de mediocridad y de un mal entendido éxito y egolatría barata, se logra con la experiencia y con el estudio diarios.
¡Salud meritísimo Doctor y maestro de generaciones enteras, quienes te saludan con reverencia! Marco Argüello Ruiz lAPSUS Les ruego publicar el reconocimiento de un lapsus en mi carta sobre artículo de Fabián Corral y la democracia; la frase correcta sería: “Constitución y clase social dominante son una cosa” mas no “Democracia y clase social dominante son una cosa”. Estimo que con esta rectificación mis reflexiones tendrán mayor sentido y fuerza. Reconozco además que al referirme a “nuestra Constitución” debí haberla escrito con mayúscula, pero opino que al mencionar “una constitución”, por ser general y no una constitución específica, debe ir con minúscula.