La pregunta que nos hacemos todos en este nuevo siglo es ¿porque los votantes elegimos malos gobernantes? La respuesta podría ser que el voto racional de cualquier persona sea un mito de acuerdo a Bryan Caplan. Han fracasado universalmente todo tipo de gobiernos y partidos políticos, a excepción, creo, de varios países nórdicos. Una dictadura puede ser mala y desconcertante y, sobre todo si sirven a grandes corporaciones. La democracia generalmente adopta medidas no dañinas para la población, pero si se transforma en totalitaria, los excesos son realmente catastróficos para el país al que están dirigiendo.
Podemos ver como candidatos organizadores de concursos de belleza cursis, pueden, tal vez, llegar a ocupar solios presidenciales de grandes potencias. Esta es una muestra de un mundo farandulizado donde se vería ciertamente que el voto racional es un mito. Se ha beatificado más el desarrollo corporal que el desarrollo intelectual. Y esa es la corriente generalizada en la política planetaria.
La miríada de denominaciones de los grupos de ciudadanos; derecha, izquierda, zurdos, mancos, etc. que buscan el poder político en cualquier país en vías de desarrollo o súper desarrollado, ofrecen en sus discursos, medios vacuos, cualquier nimiedad de elefantes blancos y, logran convencer al votante para lograr su objetivo. Desgraciadamente el votante en la mayoría de los casos vota irracionalmente creyendo que su voto es racional. Corroborando una vez más que “el voto racional es un mito” al elegir a cualquier ungido y designado.