El Acuerdo Nacional por la Seguridad Social se lanzó oficialmente el 11 de junio de 2019 por el vicepresidente de la República y el Director General del IESS, mismo que no cumplió con las expectativas esperadas al plantear temas administrativos y de cumplimiento institucional, como son: el establecimiento de un modelo de gestión de la prestación del servicio de salud; optimización tanto de personal como de recursos; la ética y la transparencia en la institución y, la ampliación de la afiliación, que sin lugar a dudas deben cumplirse e informarse sobre su avance, pero que de ninguna manera pretender sea una agenda para llegar a acuerdos para una Seguridad Social a largo plazo.
Lo esperado era que se aborden temas trascendentes y directos para enfrentar la crisis del IESS, como son: el pago de las deudas del Estado con el IESS por USD 14.000 millones; el déficit actuarial de USD 24. 658 millones; la afectación patrimonial al fondo de pensiones por USD 8.144 millones debido a la no contribución del 40% a las pensiones jubilares y al cambio de las tasas de aportación por la Resolución 501; composición y elección de los miembros del Directorio del IESS; definición del sistema de pensiones, esto es, si continuamos con el sistema actual de reparto o si mudamos a uno mixto de solidaridad intergeneracional y de ahorro individual como era lo establecido en la Ley de Seguridad Social del 2001 original; la atención médica a personas no afiliadas, jubilados, enfermos catastróficos, etc. que ha causado una afectación patrimonial al fondo de salud por alrededor de USD 4.775 millones; el establecimiento de un fondo o pilar solidario por parte del Estado que financie pensiones y atenciones de salud de afiliados deficitarios y de no afiliados, cumpliendo así, de manera responsable con la seguridad social a toda la población.