El martes 1 de octubre, el Presidente, anunció cuatro medidas económicas fundamentales: 1) la eliminación del anticipo de Impuesto a la Renta (que les restaba liquidez a las unidades productivas), 2) la no subida del porcentaje del IVA (considerando que estamos en recesión), 3) la liberalización del precio del diésel y las gasolinas, o sea, la eliminación de su oneroso e ineficiente subsidio (ahorro anual por importación: USD 1.300 millones que deben servir para cosas de mayor utilidad); y, 4) nuevas modalidades de contrato que permitan dinamizar el mercado laboral y la reactivación productiva.
Con las medidas económicas anunciadas, Lenin Moreno, demuestra que no es un socialista radical, sino un simpatizante de la Economía Social de Mercado, o sea, un gobernante pragmático con un buen equipo económico liderado por Richard Martínez; que, por ahora, ya está superando a la errónea manera de dirigir la Economía que tuvimos en la década pasada, donde había un equipo económico de una izquierda muy próxima al empobrecedor sistema comunista de Cuba o Venezuela.
Finalmente, aunque son buenas las medidas (en términos económicos), no son suficientes, porque todavía hay que reducir el gasto corriente, en especial los sueldos y salarios del sector público, inflados de manera exorbitante durante la corrupta y oscura pesadilla neo-socialista.