A los tiempos una persona ha sabido actuar con tanto conocimiento, idoneidad, pulcritud y ética al enfrentarse limpia y sabiamente a una realidad invadida por la corrupción evidenciada principalmente en las altas esferas; intocables que pensaron que su poder era inquebrantable y en nombre del cual cometieron y siguen cometiendo actos vergonzosos sin importar a quienes perjudiquen: cohecho , concusión, enriquecimiento privado no justificado, peculado, tráfico de influencias, narcotráfico, perjuicio a los bienes estables, etc.
Conseguir captura, sentencia e impedimento para desempeñar cargos públicos por el resto de su vida es encomiable y digno de admiración.Ya cayó Alibabá y algunos ladrones, pero aún faltan muchos más; sería bueno que estos devolvieran los millones de dólares que saquearon sin piedad los fondos estatales.
Doctora Diana Salazar tiene el reconocimiento, la admiración y el artefacto de todos quienes deseamos una patria digna y soberana; siga adelante y pase a la historia ecuatoriana como una de sus hijas más aguerridas y luchadoras.