Como regalo por Inocentes hemos visto aparecer vallas publicitarias, de gran tamaño, por las que se nos hace conocer obras que, con ayuda de su excelencia, el Jefe de Estado, ejecuta el Alcalde de Quito.Suponemos que las vallas antiestéticas tendrán autorización municipal, ya que sería inconcebible que se juzgue a los privados con criterio y leyes diferentes que a los públicos.Todo tiene su lado positivo, por las vallas nos enteramos que se hacen obras. Teníamos ‘la percepción’ de que la ciudad iba como el tango ‘Cuesta abajo en la rodada’.