En esta semana el presidente Correa dijo que “el impuesto verde es para obligar a cambiar el consumo, así, no pueden continuar comprando enormes vehículos 4×4”, pero en cambio, al presidente Correa “siempre” le vemos de pasajero y en ocasiones conduciendo en este mismo tipo de vehículos, enormes 4×4 con motor de
4 500 cm³… . ¡El impuesto para un Chevrolet Blazer del año 1980, 4×4 motor de 5 700 cm³, es de USD 1 764!, cuando hoy en día su precio en el mercado está en los USD 3500. Así este impuesto verde es en la práctica una confiscación y, por supuesto, causará grave daño económico a sus propietarios, que no son los ricos, como dice el Presidente de la República. En comparación, en la ciudad de Miami, en Estados Unidos, la matrícula de un auto antiguo es de USD 32, y existe una industria de gran tamaño, dedicada a la reparación y a la restauración de vehículos, generando miles y miles de empleos. Este impuesto verde así, es injusto y abusivo, porque coarta la libertad y el derecho a poseer la propiedad privada que un ciudadano quiera, y que fue adquirida cuando no existían leyes que le restrinjan o le prohíban. De manera subjetiva culpa de la contaminación a unos pocos miles de vehículos antiguos, de uso particular, mientras que todos los días vemos a automotores de transporte público y también a vehículos del Estado, lanzando humo por el tubo de escape del motor, pero estos son exentos de pagar el impuesto. Presidente Correa, cordialmente, le solicito pedir la derogación de este impuesto verde a los vehículos, y en su lugar aplique este impuesto a los vehículos nuevos que ingresen al país desde el 2012 en adelante, o , señale la lista detallada de todos los automotores nuevos, desde el 2012, que sean de prohibida importación, para estar de acuerdo con el propósito de cambiar el consumo.