Tenía que pasar este terremoto para ver las falencias en las construcciones públicas y privadas en Manabí.
Llama la atención que las edificaciones del IESS, tanto en Manta como en Portoviejo, colapsaron. Y lo peor es que construcciones recientes, como las oficinas ubicadas en pleno centro de Manta y el conjunto habitacional que demoró casi cinco años en su construcción ubicado en las Villas del Seguro -sin habitar gracias a Dios-, son solo dos ejemplos de que no hubo ‘manos limpias’ y, peor, corazones ardientes que se condolieran de este país.
También se derrumbó el Hospital del IESS, que tenía más de 30 años de construcción y que se ha anunciado será reconstruido en el mismo lugar, lo que no es conveniente.
En primer lugar, debe buscarse un terreno más grande y más alejado de las zonas congestionadas, entre las que está la Av. de la Cultura.
En segundo lugar, debe aprovecharse para hacer un hospital grande que tenga capacidad para los miles de afiliados que han aumentado sin medida.
Hace 30 años eran solo cientos de afiliados que eran atendidos cómodamente en este hospital. El IESS tiene un montón de terrenos a lo largo y ancho del país y Manta no es la excepción. Así que es el momento de construir con visión de futuro y responsabilidad por parte del IESS porque los miles de afiliados y jubilados así lo demandamos.