Me dio lastima al escuchar a un amigo como sistemáticamente pasan los combustibles de contrabando a manera de hormigas para los países vecinos, cualquiera creería que son grandes poderes de personas pudientes inmersos en el territorio ecuatoriano pero según su propio relato me dice que son un grupo de gente común en apariencia, monopolizadores de este mal llamado lucrativo negocio, hace falta un exhaustivo control a todo nivel en las fronteras. Por temor a las retaliaciones de las mafias nadie se arriesga a denunciar, las autoridades deberían investigar de manera especial casa adentro. Entonces ¿de qué estamos hablando?, pensando que la solución de este problema está solamente con los ricos.
Carlos Xavier Navarrete Cornejo