Los trabajadores de Petroecuador le agradecen a usted por haberles apoyado para volver a sus cargos respectivos, por que hace ocho meses el ex secretario Roldán los despidió ilegalmente de sus puestos de trabajo. La justicia tarda, pero llega porque usted ha reconocido y se ha condolido de los padres de familia de tal institución, porque ya no sabían qué hacer para dar de comer a sus hijos.
Gracias, Señor Presidente, por haberles firmado la devolución a sus puestos respectivos, solo por el supuesto delito de ser accionistas de Gaspetsa. Pero los trabajadores no han recibido un centavo de las acciones de dicha empresa. Dios ha iluminado su mente y corazón para que los trabajadores se sientan tranquilos y dar de comer a sus hijos con el trabajo diario.