Con respecto a la publicación del 4 de diciembre de 2016 de EL COMERCIO , con el título “Con José M. Velasco Ibarra”, en que se informa que Fidel Castro visitó el Ecuador por primera vez el 4 de diciembre de 1971, hay algunas inexactitudes que me voy a permitir aclarar, por respeto y lealtad al Dr. José María Velasco Ibarra y a la realidad. Lo hago teniendo relación directa con este asunto, ya que en aquella fecha yo era edecán naval del Presidente y Jefe de la Casa Militar de la Presidencia , el más antiguo de los tres edecanes (Militar, Naval y Aéreo).
El escrito dice que Fidel Castro vino al Ecuador por invitación del Presidente Velasco Ibarra. La verdad es que el Presidente Velasco Ibarra tenía interés en conocer a Fidel Castro, por lo que se hizo los arreglos aprovechando su retorno a Cuba, ya que este se encontraba en Chile. El avión de Castro tenía que reabastecerse de combustible (escala técnica) en Guayaquil, por lo que se aprovechó la ocasión para programar una reunión personal de los dos presidentes y satisfacer el interés del Presidente Velasco Ibarra, entiendo también el interés de Fidel Castro de conocer a Velasco Ibarra.
El artículo dice “Velasco Ibarra buscó sutilmente el visto bueno de su cúpula militar para invitar a Castro y lo disimuló con la frase “escala técnica”. Falso, no hubo ninguna oposición ni civil ni militar para esta reunión, peor la necesidad de obtener el Visto Bueno del Mando de las Fuerzas Armadas; pues como indica el articulista, no solo asistieron a la reunión de los presidentes, sino que participaron en la planificación y programación de la reunión el Sr. Jaime Nebot Velasco como Ministro de Gobierno y Policía, el Sr. Rafael García Velasco como Ministro de Relaciones Exteriores y el Sr. Luis Robles Plaza como Ministro de Defensa (Autoridad Gubernamental a cargo de las Fuerzas Armadas). Este criterio desconoce la calidad humana del Dr. José María Velasco Ibarra que fue un señor, un caballero que actuaba frontalmente ante cualquier circunstancia; jamás iba a aceptar, autorizar, peor ordenar o disponer con disimulo algo que fuera una mentira o engaño (escala técnica) no solo a la cúpula Militar, sino al pueblo ecuatoriano.