Gustavo Quintero fue mantenido como DT de la selección de fútbol durante un buen tiempo a pesar de los malos resultados. Lo mismo pasó con el Bolillo. Ahora el técnico encargado, Jorge Célico, que llevó a los juveniles al mejor resultado de la historia del fútbol nacional, ha organizado un equipo renovado, que prescinde de los “indispensables”, tan afincados en la onda del rendimiento según remuneración, con auspiciosos resultados iniciales. En lugar de confirmarlo, la FEF, busca afanosamente un técnico europeo para que sustituya a Célico, es decir algún personaje de cartel, de los super caros por esta razón, y que muy probablemente tendrá poca idea, si alguna tiene, del fútbol nacional y de la singular idiosincrasia de los jugadores. ¿Alguien lo entiende?