Sucede en nuestra biología para perpetuar la especie, tanto en el proceso de embarazo como cuando se hace a través de inseminación artificial, se requiere de estas vitales y únicas células, además de un útero para que ese nuevo ser se desarrolle en las mejores condiciones. Esta realidad única, me lleva a la reflexión sobre las parejas formadas dentro de grupos
GLBT, que quieren inscribir como hijos suyos, ya sea adoptados o bajo el proceso de inseminación.
En cualquiera de las dos situaciones, la esencia no cambia, ese nuevo ser tiene un padre y una madre y así como ellos y ellas exigen sus derechos, ese nuevo ser tiene también derecho a tener un padre biológico cuando tenga edad para así decidirlo, pero no imponérsele desde su tierna edad algo que no va con la realidad de la especie humana.
Respeto el derecho a tener la orientación sexual con la cual se identifiquen los seres humanos, mas el ejercicio de sus derechos no quiere decir que irrespeten los de los demás, también deben ser respetuosos y ser tolerantes con los de la mayoría, no por ser grupo de atención prioritaria deben irse en contra de los demás, incluso de procesos biológicos.
Si queremos ser respetados debemos ser respetuosos con los demás, los derechos siempre son en doble vía.