Riobamba soporta escasez de agua, por la incapacidad e intransigencia de una administración municipal que definitivamente está dedicada a hacer cálculos políticos, aumentando la burocracia y enfrascada en pleitos absurdos que mantienen a la ciudad en medio del escándalo público y la falta de atención a los servicios básicos, que continúan deficientes.
La actual administración municipal de Riobamba del Alcalde Mario Robalino, deja mucho que desear, porque no existen ideas, iniciativas y mucho menos propuestas sustentables. Resulta inadmisible e indignante que Riobamba siga padeciendo por la carencia de agua, que la ciudadanía reciba este elemento primordial por intermedio de tanqueros municipales, y para colmo de males, en las planillas mensuales de la Emapar, la ciudadanía tendrá que cancelar puntualmente por un deficiente servicio.
En la Empresa Pública Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Riobamba, han pasado sin trascendencia, gerentes y presidentes del Directorio, que poco o nada han aportado para remediar la falta del líquido vital en los hogares de los riobambeños, porque estos cargos se han convertido en un botín político, que únicamente ha servido para pagar favores políticos y aumentar la burocracia de manera indiscriminada.