En el Ecuador existen los llamados Seguros de Salud o de medicina prepagada y los ciudadanos que pueden pagar, contratan con estas empresas para tener cobertura parcial y atención de sus enfermedades.
Cuando usted va a una consulta médica está sometido a la evaluación, un diagnóstico y un tratamiento, pero el paciente no conoce el registro electrónico que acumula un récord de su dolencia, por lo que no puede guardar en su memoria, existiendo la posibilidad de que el médico se equivoque en transcribir los resultados o su diagnóstico.
Sin embargo, a estos datos o récord que nadie conoce, si tienen acceso las mal llamadas sociedades de “medicina prepagada” quienes en base a esta información privilegiada (que representa un registro similar a la antigua Central de Riesgos), la utilizan para considerar como enfermedad preexistentes a cualquier diagnóstico que les puede representar obligación de gasto. Es decir, si después de 10 años a usted le duele la cabeza, para ellos, esto representa una enfermedad preexistente y no tiene cobertura.
Si desde el punto de vista del asegurador las enfermedades preexistentes no están cubiertas, el historial clínico de un paciente debe ser requisito previo a la firma de la póliza y ser parte de la misma, para que el interesado en un servicio de salud sepa que no le van a cubrir ninguna de las enfermedades que ha registrado en su vida.
Algunos agentes vendedores de pólizas, sin escrúpulos, no explican ni previenen esta situación, más bien le aseguran que si habrá cobertura y luego, los eficientes auditores médicos, encuentran algún síntoma similar así sea 10 años atrás y niegan la cobertura sin importar el monto o la eventualidad de la dolencia y todo esto consta en los contratos y el usuario no tiene ningún derecho a reclamar a ninguna autoridad.