Desde el nacimiento de la República el pensamiento de los ecuatorianos ha estado a prueba con la actividad social, económica y política que ha permitido servir a la comunidad y satisfacer sus necesidades básicas a pesar de las grandes deficiencias en salud, educación, vivienda, alimentación y una economía desastrosa que ha llevado al país a perder su libertad, autonomía y democracia ante la demagogia populista incrustada en el socialismo del siglo XXI.
Todos tenemos la facultad de pensar, acto consciente que realiza el cerebro y que por ninguna razón puede someterse a juicio de ningún caudillo que sintiéndose dueño de la verdad permita expresar lo que sentimos como producto de “nuestra realidad” individual y social, no necesitamos que nos den pensando, pretender romper la realidad entre el yo y el mundo que nos rodea es despersonalizar al ser humano.
El concepto, el juicio y el razonamiento son funciones psíquicas del pensamiento del hombre; del análisis y la síntesis nacen los conceptos, el juicio se forma cuando encontramos la verdad y el razonamiento nos permite llegar a conclusiones.
Cuando a través de la mentira, el engaño y la traición se llega al poder se producen conflictos de gran magnitud que descubre graves problemas de personalidad en el supuesto líder y que pueden ser advertidos por todos quienes no practican la sumisión ni tienen miedo.
El hombre es libre mientras su pensamiento y sus reacciones emocionales se encuentren bajo el control de la razón, y si estos llegaren a ser superados por el discurso-oferta del engaño populista, los viejos esquemas ideológicos seguirán presentes ocultando la ignorancia y la pobreza de los pueblos.