Es una fotografía histórica de 1901, retrato de dos personas tras haber celebrado su matrimonio. Sus miradas delatan melancolía, incluso temor; miradas que son producto de una sociedad incomprensible y brutal.
El matrimonio de Marcela Gracia Ibeas y Elisa Sánchez Loriga fue celebrado por un cura católico en la España de inicio del siglo 20. Quizás por la persecución de que fueron víctimas toda su vida y por la intención de permanecer juntas sin importar el costo, Elisa se disfrazó de hombre.
La vida de estas dos mujeres trasciende los fragmentos de la historia y se convierte en leyenda en el libro de Narciso de Gabriel, titulado “Elisa y Marcela. Más allá de los hombres.” Más recientemente una adaptación al cine fue realizada por Isabel Coixet. Las publicaciones y fotografías en los diarios de aquella época son testimonio de que lucharon contra los cánones religiosos y sociales por mantenerse juntas. Tras refugiarse en Argentina, su rastro se pierde para siempre. Queda su historia épica de haber burlado a la Iglesia Católica, en un acto de rebeldía y locura que solo puede explicarse por el amor. Queda también para la imaginación el destino final de esa pareja de enamoradas, sumergido en el mismo silencio de miles de seres humanos que hoy son perseguidos y odiados por ser diferentes.