Presidente Correa dijo que en los EE.UU. un individuo fue condenado a cárcel por insultar al presidente Obama. En verdad no fue un insulto ni una calumnia lo que el ciudadano propino al Presidente, sino una simple amenaza de muerte, pero tan seria en el Código Penal americano que castiga con un año de cárcel y tres años de libertad condicional.
Una amenaza de muerte tiene la intención y el posterior plan de matar como ya ocurrió en años pasados cuando no se ponía atención ni preocupación a las denuncias de amenazar de muerte, pero las estadísticas concluyeron que muchos asesinatos sucedieron justamente por personas que primero habían amenazado de matar a sus víctimas y por supuesto que lo cumplieron.
Esto motivó incluir en el Código Penal como delito una simple amenaza de muerte. La rimbombancia de la noticia es por tratarse del Presidente, pero muchas personas son castigadas por amenazar de muerte como ocurre en cualquier disputa callejera. No así en cambio un insulto o una burla pasan desapercibidos por ser parte de la libertad de expresión, por supuesto mientras no tengan la intención de agredir ni sean discriminatorias o racistas.
En EE.UU. el Presidente no es un dios ni un compañerito y es tan simple en tratar con los más pobres y desposeídos como con los ricos (pelucones) y lo más importante, jamás discrimina ni se burla de la prensa, para reírse bromea de su misma persona e ignora las ofensas como vimos hizo Bush con el simpático de Chávez.