El 2 de noviembre, muy temprano fui al cementerio de El Batán, no pude ir el 1ro. para evitar dificultades. Llegué a las 07:45 y el ingreso estaba bloqueado, los municipales habían colocado una valla que decía vía cerrada y la gente no podía pasar, una pena cómo organizan estos feriados.
Hice la limpieza de tres tumbas de familiares en el cementerio. Pregunté sobre el estado de las cuentas y salí, los autos en las veredas, los policías con las cámaras fotográficas en el lado occidental, mientras al frente sobre la acera otros autos cerraban el paso a los peatones.
Creo que no es la primera vez que esto sucede, pero todo parece estar calculado para el “negocio” del chancho hornado y las tortillas, un señor pidiendo ayuda para comprar medicina, semidesnudo para observar la bolsa de acumulación de la orina. La gente pasa sin prestar atención, muchas personas dando el servicio de estacionamiento en la parte de arriba del cementerio. Fui solo por una hora, pero observé un espectáculo que no es digno de la ciudad que ha sido designada Patrimonio de la Cultura.
La parte positiva el cementerio es que estaba limpio, con autoservicio de agua para los visitantes, información sobre la venta de nichos y más servicios, información sobre las misas y la adecuación del lugar con sillas y carpas bien instaladas. Felicitaciones a los directivos pero las acciones del Municipio solo generan congestión, en el lugar no hay sitio para aparcar.