Es indignante lo ocurrido con los árboles talados, el Municipio ha esgrimido sus razones pero ninguna resulta convincente, se cortaron los árboles porque estaban viejos y eran un “peligro”, porque es necesario hacerlo para soterrar cables, etc. En ciudades como Buenos Aires, o ciudades europeas existen árboles centenarios y son parte del patrimonio, embellecen sus calles, se los cuida con criterio técnico y con amor por la naturaleza. Acá resultan un estorbo, me pregunto ¿nuestra Constitución no protege los derechos de la naturaleza? Cómo ha ocurrido con casas patrimoniales derrocadas y ahora los árboles el daño es irreparable y nadie responde. Es que este Municipio no logra entender que remover un árbol no es lo mismo que mover una banca, un poste, los árboles tardarán décadas en crecer. Solo en una mentalidad obtusa se puede planificar en eliminar espacios verdes para reemplazar por bulevares de cemento. Señores de EL COMERCIO es encomiable la atención que se dio a este tema, les sugiero investigar el proyecto de soterramiento, ¿habrá valido la pena sacrificar tantos árboles cuando todavía vemos postes y cables en la República de El Salvador y 6 de Diciembre? Ahora qué explicación tendrá el Municipio.