CUIDADO CON EL DÉFICIT FISCAL

Mi intención, con la presente carta, no es alarmar sino alertar, no es criticar sino aportar constructivamente al debate de los temas económicos, porque me resulta ­preocupante mirar que el déficit fiscal proyectado para el presente año es de 5 mil millones de dólares (5,7% frente al PIB); ­indicador elevado si se conoce que España por ejemplo, antes de entrar en crisis ­registró un déficit del 9% frente al PIB,

y que además se considera técnicamente adecuado: que este porcentaje no supere el 4% de la producción de bienes y

servicios finales.

¿Cómo reducirlo? Eliminando el subsidio

a los combustibles que -según cifras del Banco Central- costó aproximadamente  USD 3 400 millones de dólares en 2012: USD 1 600 millones implicó la subvención al diésel,  USD 1 200 millones a la gasolina y  USD 600 millones al gas.  Si a eso le añadimos los casi USD 1 000 millones del Bono de Desarrollo Humano, tendríamos prácticamente cubierto el déficit en su totalidad, sin tener que hipotecar nuestro futuro y nuestro petróleo a China ni a ninguna potencia extranjera (ahora que se habla tanto de “soberanía”).

¡Cuidado!, España también crecía y era un ejemplo de Estado Benefactor en Europa (destino preferido de nuestros migrantes), hoy enfrenta una crisis de alarmantes proporciones: 25% de la población en edad y condiciones para trabajar (especialmente jóvenes), está en el desempleo.