El Gobierno se ha deteriorado totalmente, pese a que muchos ecuatorianos pensamos que se elegía a la persona apropiada a las expectativas nacionales, pero lo que hizo fue retornar a las prácticas abominables de pactos y repartos, habiendo entregado a lo más despreciable de la politiquería nacional, áreas sensibles como el sector eléctrico, salud pública, nuestros sagrados recursos del IESS, etc. donde se han dado los negociados más infames, aprovechando el dolor y la desgracia que vive el país con esta cruel pandemia. Increíble que al Gobierno no le preocupe el juicio de la historia que lo ubicara como uno de los peores que ha tenido el país, gracias a pactos absurdos con lo peor de la política ecuatoriana.