El consenso social acortará la crisis en Ecuador

La movilización social de octubre de 2019 sacudió las bases políticas y de conciencia social dentro del país. La crisis del covid-19 ha puesto en evidencia que tenemos un país de los más vulnerables de América Latina debido al grado de afectación sanitaria y a la magnitud del retroceso económico previsto durante el 2020 y años posteriores. Ambos procesos no han concluido, más bien, abren un nuevo ciclo político y económico que, lamentablemente, se niegan a reconocer los actuales partidos políticos tanto de izquierda como de derecha, al persistir en su tradicional estrategia de enfrentamiento, fraccionamiento político y defensa de posiciones maximalistas que anulan cualquier intento de acometer hacia objetivos comunes. ¿Alternativas? Muchas, pero exigen un punto de partida: superar la apreciable fragmentación de conductas y posiciones políticas, que solo originan un mayor debilitamiento de la institucionalidad democrática; lo cual, para ponerlo en términos propositivos, va a implicar una nueva visión integrada, con énfasis en objetivos consensuados, que prioricen el bienestar de los ciudadanos y el cuidado de nuestro entorno natural. Nuestra apreciable diversidad debe ser la base para la construcción de un acuerdo social en Ecuador, a partir de una política económica contingente, bajo la “lógica de lo adecuado” y lo necesario.