Desde épocas antiguas, las comunidades entendieron que una sociedad que trabaja de manera solidaria, colaborativa, participativa y equitativa, tenía muchas más ventajas de evolucionar, crecer y sobrevivir a los avatares que el tiempo y las circunstancias imponen.
Filósofos como Aristóteles y Santo Tomás de Aquino, entre muchos otros, buscaron comprender y entender cómo el trabajo, el objetivo, la lucha mancomunada; era un medio para beneficiar a todos sus integrantes, llegando a considerar incluso al Bien Común, como un método para alcanzar una vida de plenitud y felicidad.
Sin embargo, lo cotidiano es ver a integrantes de nuestra sociedad, buscando beneficiarse a través de cualquier medio, modo o método, enriqueciéndose de manera ilícita, buscando la ventaja, la plenitud, la riqueza, individual, sin importarles su prójimo, ni la sociedad o peor sus consecuencias.
Mientras tanto, el país se enluta, con la pérdida de sus arcas, de sus valores, e incluso de vidas humanas, al parecer a muy pocos les interesa el bien común.