Impactante la opinión de Salomón Gutt en defensa de “los choferes más buscados”. Las infracciones de tránsito, por su naturaleza, son culposas, es decir, por imprudencia, impericia, negligencia o desobediencia de leyes o reglamentos; según Gutt, el chofer no es culpable sino el Estado.; las víctimas o sus familiares tendrán que dejar de buscar a una persona culpable y todos perseguir al Estado. Si tan malas son nuestras carreteras y su señalización, hay que manejar con más prudencia; eso es todo, o suprimir el tránsito, o las bajadas y las curvas…
Es criminal que un chofer culpable salga corriendo… O, ¿es criminal el Estado indio o el estadounidense, donde ocurren tantos accidentes? Si Gutt tiene la razón, proponga la derogatoria de la Ley de Tránsito y presente una sustitutiva en la que cualquier Estado sea imputable, responsable y culpable. Hoy, si “se busca” a un chofer culpable –velocista, ebrio o dormido– es para que responda por su acto irresponsable y nada más.