Acabamos de elegir a los diferentes dignidades; asambleístas y presidente de la República, en un ambiente yo diría de paz y tranquilidad, en medio de la incertidumbre y frustración, ¿pensábamos, que iba a ocurrir? En el caso de asambleístas están los que deben estar y los que no merecían ocupar una curul en una función tan delicada, y como siempre he dicho, deberían escoger en primarias, gente con basta experiencia y conocimientos porque ellos son los planificadores , de dar una estructura sostenible y duradera, y mas aún gente con honestidad , pulcritud, y sapiencia en el manejo de la cosa pública.
Ojalá no me equivoque, y esté gente que venga a reformar este país que cada vez se va hundiendo en un marasmo de inquietudes e inequidades, por la que pasamos 14 años de desgobierno, corrupción lacerante en todos los campos, dejando como herencia nefasta, a un país en soletas, con una deuda Externa de mas de USD 70 mil millones, y que el Gobierno de Lenín Moreno nada ha hecho para recuperar en algo lo que se robaron, con una Fiscal que luchaba contra corriente, alabada por muchos por la rectitud de sus acciones, pero que nada cambió y la corrupción sigue avanzando.
Se eligió a una persona, muy equilibrada, sensata con discursos que ya sabemos de memoria, ahora a él le toca bailar con la más fea, pero tiene que rodearse de gente preparada, de manos limpias y con muchos deseos de sacar adelante al Ecuador.
Guillermo Lasso tiene ideas claras y una visión futurista, porque en la realidad, Moreno no deja la mesa tendida, al contrario le vendrán, como olas gigantescas, las deudas que tiene que pagar en especial a alcaldías, prefecturas, juntas parroquiales, sueldos etc. Sin ser pesimista no lo ve claro que pueda gobernar, porque todas las Organizaciones le van a caer, y abran huelgas y paros, ojalá no se repita lo de octubre del año 2019, que Dios Bendiga a nuestro país y le de inteligencia y sabiduría para no fracasar.