En el Editorial del 5 de mayo, su prestigioso Diario, traslada lo que pasa a ser primera plana de la preocupación sobre la supervivencia de Coca-Codo Sinclair y la producción eléctrica asociada a esa obra. Recuerdo que ya hace algún tiempo atrás, Villavicencio en su libro “Arroz Verde” nos advertía de lo distorsionado de esa obra; por esa razón debemos ir al origen del problema: obra sobre dimensionada que pasó de un diseño de producción de 750 megas a 1500; y por qué se dio tan absurdo incremento sin los caudales necesarios para esa capacidad y con base a qué estudios.
Corresponde ahora confiar, después de tanto tiempo y de un posible informe de nuestra Contraloría, que esa Institución y la Fiscalía intervengan, desde el origen, en todas las etapas de contratación, construcción, recepción y pruebas relacionadas con la constructora China, aclaren y establezcan todas las anormalidades del proyecto contraviniendo las leyes ecuatorianas y los códigos de calidad internacionales aplicables a los diseños de: ingeniería; ingeniería civil, hidráulica, geológica, geofísica, mecánica, electrónica, de equipos, de materiales, de construcción, de reparación, entre los más relevantes; sin excluir la revisión del cumplimiento de garantías en todas las partes y secciones del crédito en ese proyecto “llave en mano” adjudicado a Sinohydro Corporation que no tenía antecedentes de ninguna obra similar. Para muestra, un botón: fisuras que aún están siendo reparadas.
Parece que la obra con base en esa absurda meta de producción se dio únicamente porque era rentable a la constructora o que había intereses de obtener el financiamiento para tener tajada.