La ciudad patrimonial peligra por la actividad minera ilegal. Zaruma se hunde en la infamia de la minería, sus entrañas se parten por las explosiones sin control y los riesgos de nuevos hundimientos en el casco urbano colonial. La ciudadanía requiere que se remedie, nos den seguridad y que se respeten las leyes vigentes, que protejan a la ciudad y a sus fuentes de agua cercanas.
Durante muchas décadas se ha llevado a cabo esta actividad en Zaruma. Era el sustento del pequeño minero y progreso de la ciudad, hasta que llegaron las grandes empresas y han corrompido al sistema en sus ansias por llevarse todo, sin tener en cuenta la zona de exclusión minera.
El 4 de febrero de 2018, el pueblo ecuatoriano aprobó mayoritariamente en la consulta popular, que en su anexo 5 menciona: “(…) Se prohíbe todo tipo de minería metálica en cualquiera de sus fases en áreas protegidas, centros urbanos y zonas intangibles”, como es el caso de Zaruma; sin embargo, el Gobierno no ha dado cumplimiento a lo demandado por el pueblo; de tal manera, que el subsuelo de nuestra ciudad, se ha convertido en una plaza rebosante en donde viven cientos de depredadores codiciosos por extraer el metal preciado.
Las actuales autoridades conocen perfectamente la situación de Zaruma, por tanto, como zarumeño alzo mi voz de protesta y exijo, vigilancia, protección y remediación a los constantes ataques que sufre mi ciudad natal. ¿Hasta cuándo esperamos respeto a nuestra hermosa Zaruma?