El Gobierno ha tomado decisiones acertadas para tratar de contener el covid-19, pero también tiene que pensar a mediano plazo. En el mejor de los casos, una vacuna podría estar lista en el último trimestre del 2020 (aunque probablemente durante el tercer trimestre de 2021), pero esto de ninguna manera significa que los ecuatorianos tendrán acceso a ella. Todo país, sin excluir al Ecuador, tiene que planificar la producción y administración de la vacuna, por lo que es indispensable que Ecuador invierta en una planta de producción, o firmar un contrato de suministro con alguna farmacéutica, o asegurar que suficientes vacunas lleguen al territorio nacional. Cualquier solución requiere mucho dinero, y aún más importante, tiempo.