Importante sería que, como se debatió en la campaña electoral, entren a competir más bancos internacionales. Una mayor oferta de dinero lo haría más barato. Las tasas de consumo son altas, las tasas para el crédito productivo, en una economía contraída y golpeada por la pandemia y el desempleo no estimulan a endeudarse para hacer ningún emprendimiento que sea viable.
La regulación bancaria debe ser estricta pero la libre competencia de bancos grandes a nivel mundial, que tienen dinero a borbotones sin colocar y bien pueden llegar al Ecuador. Eso sí, habría que dejar libre la entrada y salida de divisas sin impuestos ridículos que frenan la entrada de capitales y el desarrollo nacional redundando en más pobreza y menos empleo.