Las “izquierdas” el BID y otros….
César Aurelio Molina Pérez
Captar la Presidencia del BID por las “izquierdas” ha sido su permanente propósito, pero más ha podido su codicia y sectarismo, al no unirse en un candidato; Argentina, Chile, Colombia, México lanzaron sendos aspirantes, que fracasaron; ¡fue elegido el de la Extrema Derecha de Bolsonaro, con el apoyo de Argentina! Así terminó la hermandad izquierdista. En otro avatar regional, Petro lanzó la teoría del ecologismo para los sectores minero y petrolero, pero de inmediato Lula le respondió que era un grave despropósito, al igual que lo hicieron Argentina, Chile, Perú, México y Bolivia. Petro quedó en su soledad de ex guerrillero fracasado. Finalmente, el comunista de sendero luminoso, Pedro Castillo, quiso ser émulo del fujimorismo, cerrando el Congreso y gobernar por Decretos ejecutivos, se declaró Dictador, sólo que esta vez las FFAA no lo respaldaron. Los que sí le apoyaron son AMLO, Maduro, Petro, Ortega y Arce, que están seguros que la forma de gobierno no es la democracia sino el autoritarismo, siguiendo los Mandatos del internacionalismo del Foro de Sao Paulo. Es este internacionalismo político el manto que cubre a los discípulos de Cuba, de Irán, de Rusia, de Amitore Fanfani en su momento desde Italia, la China de Mao, la Tercera Internacional, etc. que entre ellos se condecoran y alaban, pues no les queda otra solución que apoyarse en el “síndrome de supervivencia”, según el cual se olvidan de todos los errores y horrores que cometieron desde sus gobiernos, y juran que han sido los más humanistas, éticos y honrados!!. Es tan incomprensible la falacia que viven estos políticos que, la extraordinaria inteligencia de Albert Einstein, cuando en 1952 le ofrecieron ser Presidente de Israel, lo rechazó señalando que “se creía demasiado ingenuo para la política que es sólo para el presente, en tanto una ecuación es algo para la eternidad”.
¿Feliz Navidad, Fin de Año y mejor 2023…?
Juan Carlos Cobo Rueda
Cuando se debería trascender del marketing y el shoping al “Amor y la Palabra de Dios”, es todo lo contrario. En un mundo que explota “por la ambición del poder y el dinero de los políticos y las élites de izquierda y derecha”. Que matan el derecho y deber de la Patria Potestad en la familia creyente (93%) y no creyente (7%), al padre (esposo-hombre), la madre (esposa-mujer), al hijo y la hija en un laberinto promiscuo. Jesús: “La verdad os hará libres”. Que no maten la fe en un mundo mejor: “libre y conservador (malas palabras para los zurdos), con ética, Dios y naciones democráticas de Derecho y Justicia”. Si los corruptos y los delincuentes son la ley, el crimen, la impunidad y la tiranía asolan los pueblos. No hay trabajo (7 de cada 10 sin empleo fijo), no hay para medicinas y alimentos, menos para una funda de caramelos y regalos, ¿principio y fin de una fiesta pagana, que debería agasajar a los niños, los abuelitos, los pobres y la unión familiar? El mayor regalo es Jesús que, entregó su vida a Dios y la humanidad como Zoroastro, Buda, Mahoma, Kabir, Nanak, Krishna, etc. Como S. Francisco de Asís, Gandhi, M. Luther King, N. Mandela, M. Teresa de Calcuta…, que lucharon por un planeta mejor. “Si la Navidad no se la practica los 365 días del año, Dios, la familia y los principios han sido sometidos por los políticos y fariseos como hace 2022 años”. Hijos y la M. Tierra sufren “virus letales, contaminación, delincuencia, guerra con armas nucleares, corrupción, materialismo e inmoralidad”. ¡Qué la familia del mundo se haya reunido en su amor! ¿Pese a lo material y la corrupción que nos deshumaniza? ¡Y alcemos los ojos a Dios para construir un mundo mejor 2023, 2024…! ¿Imposible? ¿Si es así, no tiene sentido la Navidad, las prédicas de sacerdotes y pastores y que nos golpeemos el pecho?
LA SAGRADA FAMILIA
Mario Monteverde Rodríguez
Después del nacimiento de Jesús, María y José debieron acomodarse en un sitio, al que tomaron por su hogar, en Belén. Allí, en una vivienda pobre pero limpia, el Niño Jesús pasaría sus primeros días de nacido. La Virgen debió preocuparse porque todo estuviera arreglado, y José, como carpintero, trabajaría con mucha dedicación para que el Niño tuviera una cuna digna; para que María contara con los utensilios necesarios para arreglar la casa y cocinar, y él, se prepararía con mucho empeño, para ser un buen obrero en el pequeño pueblo de Belén. ¿Se imaginan la inmensa alegría de tener al mismo Dios en su casa? Sería para no poder dormir, por contemplarlo y atenderlo en sus necesidades básicas. Le rezarían y a la vez María le daría de lactar. Le rezarían mientras José balanceaba la cuna para que se adormezca y descanse. Le rezarían mientras lo bañaban… Era tener el Cielo en la tierra. Mientras tanto, debieron de conversar mucho. ¿De qué? De tantas cosas. Qué hacer si se enfermaba; enseñarle a caminar, a comer, a hablar; cumplir con la ley acerca de los rituales con el primogénito; cómo le deberían de enseñar las Escrituras; los conocimientos básicos que necesitaba saber… Dios, desde el Cielo, se alegraría de ver a la Sagrada Familia, haciendo las actividades que realizaría una familia normal, pues Jesús se había encarnado, para ser un hombre como todos nosotros. En estos días posteriores a la Navidad, recurramos con mucha frecuencia a esta jaculatoria: “Jesús, José y María, os doy el corazón y el alma mía”, y repitámosla varias veces…, sea de manera vocal o en nuestra mente.