Los ingleses suelen decir que a la mujer no hay que ofenderle ni con el pétalo de una flor como para magnificar el respeto y la admiración que el hombre le debe a su compañera de ruta; esta reflexión la traigo a colación por la situación que atraviesa la Excelentísima ex vicepresidenta de la República Dra. María Alejandra Vicuña Muñoz que con toda habilidad ha logrado guardar en secreto su grave pecado de haber recibido los angelicales “Diezmos” por intermedio de su colaborador para su provecho, con dineros del Estado por lo que puede configurarse el delito de peculado. Ojalá no se cumpla el acertijo de que un escándalo de mayor o menor calibre se tapa con otro. Y aquí no ha pasado nada. Amén.