Quiero comentar la carta del arquitecto Nicanor Fabara sobre el desorden, que en todo sentido, impera en la zona que él menciona, la Coruña, entre Whymper y Orellana.
En varias ocasiones me he dirigido a los funcionarios municipales sobre esta parte de la ciudad sin que hayan tenido eco ninguno de mis pedidos y no solo de parte de esta administración. Hay que recordar que este barrio fue formado hace más o menos 50 años. Por lo tanto, tiene que ser actualizado en cuanto a la forma de usarlo y no solo permitir que negocios, oficinas y servicios se vayan instalando, sin ofrecer facilidades para quienes acuden a estos sitios, especialmente si de salud se trata. Esto aparte del abrumador tráfico que sin control se ha permitido circular por aquí.
Hay un edificio en la calle Belo Horizonte, que fue ocupado por el Ministerio de Desarrollo. Parece increíble, pero quien cambió la estructura de una construcción familiar a un edificio de varios pisos solo se preocupó de aumentar el número de estos y también de estacionamientos, de manera que luego del fuerte temblor de hace más o menos un año y medio, los funcionarios de este Ministerio lo abandonaron y ahí está, abandonado.
Cuesta creer que para facilitar el ingreso de vehículos a los estacionamientos del subsuelo, convirtieron a la acera en una fosa con gradas a ambos lados del ingreso, por tanto, imposible de usarla. Pido, por favor, que las autoridades comprueben este terrible abuso. ¿Quién lo habrá autorizado?
Otro tema que merece atención es el referente a las aceras. ¿Por qué si hay una ordenanza que contempla la colaboración de los propietarios no se pone en ejecución?
Espero que ahora esta parte de la ciudad merezca la atención de las autoridades municipales.