La Ley de Comunicación y La Verdad
Julio César Palacio Barberán
La libertad es la facultad natural que tiene el ser humano de obrar de una u otra manera, por lo que es responsable de sus actos. Al hablar de libertad de expresión, se refiere al acto de manifestar y difundir libremente el propio pensamiento, de hechos o acontecimientos necesarios para proponer o hacer un juicio de valor que no se puede negar racionalmente, buscando conformidad en lo que se dice, se siente y se piensa, con expresiones claras y transparentes, con el fin de lograr mejoras y correcciones en actos cometidos. Mientras que la verdad se asienta en una realidad indubitable con el fin de corregir clara y sin tergiversación, lo evidente que se tiene como tal. Ejemplos de la aplicación de una comunicación diáfana encontramos en la obtención de diagnósticos de accidentes, en la prevención o curación de enfermedades por parte de una junta médica, en la valoración fiscal de bienes ejecutados para el bienestar de un país, en la ayuda sincera entre amigos y o familiares, etc. El hecho de esconder parte de una verdad, es atentar contra el desarrollo de una sociedad, no conceder que se corrijan errores que permitan el desarrollo y su libertad, así como su desempeño, gozo y disfrute de sus derechos humanos; prevención de futuros accidentes fatales, atentar contra la seguridad y el establecimiento de normas y beneficios que den una saludable existencia a una comunidad o sociedad en un país. La comunicación es el medio más idóneo para que ésa verdad, transmitida por uno o varios emisores, llegue tal cual es, a los miles de receptores, que necesitan conocer los avances de la salud, educación, la moral, ética y comportamiento de quiénes a su nombre actúan para obtener una mejor calidad de vida.
Dando saltos y brincos
Marcelo Gallo Gallegos
Los ediles del Municipio de nuestra ciudad son tan eficientes que dan saltos y brincos …..pero para caer en marcha en el mismo lugar, sin adelanto alguno para el bien de la cuidad; pero, dicen que hay tan “eficientes” Concejales que hay uno que viven Pillagua, lugar exclusivo para personas de altos recursos; y, que es tan prudente y cumplidor que hubo época que falto a su compromiso de pago por aportes de alimentos; ahora, eso sí, ya suena como posible candidato a la Alcaldía de Quito. Se debe recordarles a todos los ediles de Quito, una y otra vez, que llegaron al ejercicio de su gestión con un Metro no recién iniciado sino en su fase final…solo faltaba decidir el operador; ni capacitaron ni contrataron a su debido tiempo; siguen marchando en su propio lugar y dicen que funcionará para fin de año; aunque aún dicen hay problemas de filtraciones en el subsuelo que afectan inclusive a hundimientos de viviendas en la superficie sobre la obra. Otra cosita en que son de probada ineficiencia es la matriculación vehicular; creo que todos sabíamos, incluyendo el Alcalde y sus ediles, que el contrato con la empresa que realizaba la revisión estaba por caducar. No decidieron a tiempo el cambio de operador del servicio con la consiguiente disminución oportuna de ingreso a las arcas municipales; y ahora que ya empezaron con retraso de meses, nos dicen que las pruebas de cumplimiento de la obligación, los “famosos y difíciles “Stickers” estarán disponibles a futuro…cuando tengan la bondad de llamarnos a los que hemos cumplido. Seguimos viendo dar saltos y brincos…pero, para caer en el mismo lugar de inoperancia e inacción.