Tareas pendientes de la Asamblea
La irresponsable “paridera”, término que usa el irreverente y descarnado escritor colombiano Fernando Vallejo, para referirse a la natalidad sin planificación, es una de las causas del desequilibrio social, marcado por la pobreza, el hambre, la insalubridad, la ignorancia, la desocupación, la delincuencia, que engendran y alimentan a la vez un profundo sentimiento de insatisfacción, el cual periódicamente estalla en escaramuzas primitivas y violentas, como ha sucedido en el pasado reciente, en Ecuador.
Producto de ese desequilibrio, tenemos cientos de miles de compatriotas marginados, que se acuestan y despiertan diariamente sin un bocado de comida y sin esperanza, y que no tienen tiempo ni medios para enterarse de la situación real que atraviesa el país, lo cual los convierte en presa fácil para los “vendedores de humo”, como los Iza, y los otros “encopetados” delincuentes que medran de la pobreza, la ignorancia y el desaliento.
Mientras tanto, los inefables asambleístas -en permanente deuda con el país- dilapidan recursos públicos en promover la desinstitucionalización del Estado, en actitud de arrogante ignorancia y desvergonzada irresponsabilidad. Hasta cuándo debemos esperar para que cumplan con las tareas legislativas pendientes: elaborar, reformar y/o aprobar leyes que regulen el control de la natalidad, la extinción de dominio, la Movilidad Humana (que actualmente afecta la seguridad y economía del país); así como, examinar a los organismos de defensa de los Derechos Humanos, respecto al cumplimiento de sus objetivos en el marco de las leyes vigentes; por nombrar algunas.
Leonardo Cueva Piedra
Jucio político al Presidente
De los casos que faculta la Constitución de la República para proceder al enjuiciamiento político del Presidente, solo se podría aplicar, de ser procedente, la causal contenida en el numeral 2 del artículo 129 de la Constitución de la República, y obligadamente debemos consultar el Código Integral Penal, que define y tipifica los delitos de concusión, cohecho, peculado o enriquecimiento ilícito, para probar que el enjuiciado haya cometido estos delitos de forma propia, es decir personalmente. Mas, cuando este tema se plantea a los asambleístas empeñados en tal juicio, responden que nada tiene que ver lo penal, porque se trata de un juicio político, dando a entender que lo político está sobre la Constitución, los códigos y las leyes, sin entender que deben probar el cometimiento de los mencionados delitos que hayan sido cometidos personalmente por el presidente. No nos llama la atención, observar que los más recalcitrantes detractores se hayan aliado para hundir más a la nación, pensando que de esta manera se lograría que su añorado líder retorne al país.
Pero analizando este entramado político, más allá de sus narices, los asambleístas que pretenden llevar adelante este juicio político, como sea, es para apresurar la venida de su líder prófugo que se pasea por todas las naciones, con un derroche de dinero que antes de ser presidente no lo tenía, y estos asambleístas dejándose de payasadas para engañar al pueblo, simplemente, como tienen los votos (104) para hacer lo que se les venga en gana, deben aprobar una resolución mediante la cual se le conceda la amnistía a su líder, como ya lo hicieron a cantidad de bribones y tunantes procesados penalmente en el mes de junio del año pasado; y dejar de quebrar la paz ciudadana que es lo que debe importar en estos críticos mementos que vivimos asolados por la inseguridad y las malas noticias que a diario nos traen los medios de comunicación social. Es más que seguro, que la Corte Constitucional negará esta absurda pretensión de la asamblea que, por decir lo menos, está llena de mediocres petulantes y pipones que deberían responder por lo que nada han hecho en favor del mismo pueblo que los eligió.
Gustavo Chiriboga Castro