Hoy por la mañana leí una carta sobre las obras de transporte en que usted reclamaba que Quito sea grande otra vez. Por más que se repavimenten las vías, las mismas no importarían ni una sola gravilla en vista de la criminalidad campante que está pasando en la ciudad a su cargo. Solo la semana pasada mataron a un padre de familia mientras retiraba dinero en un cajero automático. Recién mataron a un anciano mientras caminaba en su barrio para comprar pan. En otras partes de Quito a mano armada roban casas, autos, restaurantes, peluquerías, a estudiantes, y a un sin fin de víctimas cuyo único error es vivir en esta antes Carita de Dios que ha cambiado mucho.
Desde luego usted no creó este problema, pero es suyo como Alcalde. Exigimos paz al comprar pan, salir en familia, detenernos en semáforo rojo, subirnos al bus, retirar dinero a hora decente, y simplemente vivir sin temor a que nos maten en cualquier esquina.
Estamos indignados. Que se hagan los cambios ya.