Carta a Quito / 24 de agosto del 2023

Mataron a un Presidente

Si amigos, mataron a un  presidente. Lo  hicieron a mansalva como lo habrían intentado hacerlo en cualquier parte donde se encontraba o en cualquier circunstancia antes o después de posesionarse como presidente de   la Republica. La orden y el gatillo acabaron con Fernando Villavicencio porque era insistente, molestaba y era incómodo para los corruptos, los de antes y los nuevos, los expertos y los no tanto. Porque los descubría con investigaciones  sesudas que llevaban una verdad, no la suya solamente, la nuestra también, había que acabar con  la impunidad que reina en el país.

Para esto hay que ser valiente y Villavicencio lo fue. Tengo la certeza de que busco la candidatura a presidente de la república como la única forma de cumplir con  ese cometido porque nadie lo iba hacer por el miedo que se  tiene de enfrentarse cara a cara a cara con los corruptos que están distribuidos estratégicamente en el ámbito económico, social y principalmente político.

Quien ahora tomará su puesto y la lucha que inicio.  Es de valientes hacerlo

Yo no conocí personalmente a Fernando Villavicencio pero yo vote por su legado y me repugna mucho la algarabía demostrada por un supuesto éxito democrático en las elecciones del 20 de este mes por parte del poder electoral cuando de por medio hubo un asesinato de un candidato a la presidencia de la república.

 Abocados a una segunda vuelta para elegir al fututo presidente de la república  debemos recordar la valentía  de Fernando Villavicencio y apoyar a quien la asuma.

Si ninguno lo hace,  se refrenda que mataron a un presidente que lo iba a cumplir sin miramientos de miedo personal.

Alfredo Gallegos Chiriboga

¡Pobre sector minero!

En pocos días más los habitantes del Distrito Metropolitano de Quito expresaremos nuestra opinión respecto de la actividad minera, consignando nuestro voto a favor o en contra del desarrollo de actividades extractivas en la jurisdicción territorial del Chocó Andino.

De por sí esta decisión, personal y colectiva, es difícil y compleja porque el votante carece de información técnica, válida, sustentada y documentada en torno a las bondades y perjuicios socio-económicos y ambientales que genera y causa la industria minera en nuestro país, pues durante todo este extenso tiempo que se inició con la solicitud de amparo constitucional en contra de la minería, la Resolución de la Corte Constitucional de dar paso a esta consulta y la decisión del Consejo Nacional Electoral de incorporarla en las elecciones anticipadas del 20 de agosto del 2023, tanto las organizaciones y colectivos ambientalistas como las instancias  profesionales, gremiales y empresariales, por igual, se han dedicado única y exclusivamente a exponer slogans y aspectos irrelevantes, estereotipados y confrontativos alejados de una franca, seria y  propositiva discusión que hubiese elevado el nivel informativo entregado a la población.

Para entender las razones que nos preocupan y aceptar el veredicto que dará la población es necesario señalar que el sector minero, como parte de la estructura gubernamental, atraviesa por una terrible crisis institucional derivada del modelo clientelar implementado desde hace ya más de una década, con entidades burocráticas, inútiles, ambiguas y carentes  de políticas claras y acertadas que propicien la inversión en proyectos de exploración y explotación minera, dirigidas a todo nivel por personas desconocedoras de los fundamentos, conceptos, procesos y características de esta industria productiva, titulados en disciplinas ajenas a las funciones que desempeñan, poseedoras solo de una amplia experiencia partidista, de amistad o cercanía con los ejecutivos de turno y ávidos por captar posiciones relevantes y lucrativas en esta nueva actividad empresarial, señalada por algunos como la reemplazante de la hidrocarburífera, hoja de vida que les sirve para ilegal, vanidosa e irresponsablemente autodefinirse como expertos.

Lo anotado se puede verificar con solo pasar revista a la nómina de quienes, en representación de los gremios empresariales y profesionales, acuden a los medios de comunicación social a difundir sus argumentos, mismos que carecen de respaldo y solvencia técnica porque han sido diseñados con visión mediática y promocional cual si ofertaran una mercancía o baratija común. Así pues, resulta lamentable e incomprensible que tarea tan crítica e importante no haya sido confiada a valiosos y experimentados profesionales en geología, minería e ingeniería ambiental que pertenecen a dicho sector y que laboran en tareas de investigación, docencia y ejecución de proyectos productivos. ¡Su notoria ausencia repercutirá en los resultados de la consulta!

La deleznable defensa de la industria minera, presentada por estos voceros institucionales, no ha convencido a una población necesitada de información real y contrastada, que se inclina por aceptar los spots publicitarios de los colectivos ambientalistas, poniendo así en peligro hasta el voto de quienes por formación profesional y convicción personal defendemos, creemos y propiciamos el desarrollo minero técnico y sustentable, ejecutado bajo parámetros de equidad económica para el Estado, para las comunidades del sector y para el inversionista.

Tobías Gerardo Herrera Heredia

Y es por esto que me he visto en la obligación moral de preocuparme por la mencionada consulta popular, misma que, al margen de los resultados que se obtengan, repercutirá directa, significa e irreversiblemente en el futuro de la nación obligando a cambiar el modelo de desarrollo en las parroquias que se ubican dentro del Chocó Andino y la visión generadora de nuevas estrategias productivas en todo el territorio nacional.

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