En respuesta a la carta del señor Guillermo Dueñas, publicada en El COMERCIO. Manifestamos: qué bueno que la sociedad conozca la verdad sobre el perjuicio que nos hizo el Banco de los Andes, de propiedad del contraalmirante Guillermo Dueñas Iturralde, a nuestros modestos ahorros fruto del trabajo honrado de toda una vida. Somos decenas de personas adultas residentes en Cañar la mayoría ancianos de la tercera edad, que nos encontramos sumidos en la pobreza y la enfermedad, algunos de los nuestros ya fallecieron. Se cumplió 5 años del cierre de la sucursal del Banco de los Andes en esta provincia, y hasta la fecha no podemos recuperar la totalidad de nuestras acreencias.
¿Qué hacer? pregunta el señor Dueñas sintiéndose él perjudicado por la denegación de la Justicia ecuatoriana, siendo un influyente ciudadano de este país, y pide ayuda a la sociedad para que le apoyen a cobrar unas acreencias que inicialmente fueron de Filanbanco y hoy están en el Banco Central del Ecuador.
Los ahorristas perjudicados por este señor también nos preguntamos ¿Qué hacer? Si no hay quién nos devuelva ni responda por nuestro dinero. ¿Quién nos puede ayudar? Si estamos negados de todo apoyo, falta de atención de nuestra Justicia ante los juicios contra los accionistas del Banco siguen estancados. No nos queda más que clamar la Justicia Divina, y que Dios conmueva el corazón del Contraalmirante Dueñas.