Alguacil alguacilado

Resulta inverosímil la noticia del llamado a declarar de una periodista de televisión que ha descollado por sus firmes denuncias e investigaciones bien fundamentadas sobre algunos de los tantos escándalos de corrupción que han embarrado a algunos funcionarios y a sus cómplices.

Una de las tareas fundamentales del periodismo es meter sus narices allá donde no todo huele a rosa. Investigar a fondo, sumergirse en los albañales de la corrupción y destapar los casos y llevar a conocimiento de la opinión pública lo que los delincuentes de cuello blanco o de cualquier cuello (o grillete) quieren ocultar.

Que la joven periodista Monroy sepa que la gente de bien le respalda y si ahora tiene que andar con custodia policial, más temprano que tarde la sociedad le va a agradecer y reconocer sus esfuerzos.
Que la justicia investigue los casos denunciados hasta las últimas consecuencias. Hará falta construir más cárceles para tanto pillo suelto.

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