Hace 74 años, la parroquia rural de Quito, Sangolquí, fue elevada a la categoría de cantón, con el nombre de Rumiñahui.
Un visionario grupo de hombres y mujeres sangolquileños se organizó con este fin. El sueño se tornó realidad el 31 de mayo de 1938, cuando el entonces general Alberto Enríquez Gallo, jefe supremo, mediante decreto eleva al rango de cantón; reconociendo como parroquias urbanas a Sangolquí y San Rafael y como rurales a San Pedro de Taboada, Cotogchoa y Rumipamba.
Rumiñahui, incrustado en pleno corazón del valle de Los Chillos, dotado de encantos naturales como su paradisíaco clima, su paisaje único, y, lo que es más valioso, un pueblo amable y con mística de trabajo, es hoy, uno de los cantones más progresistas de la patria.
Su gran crecimiento demográfico, no estuvo precedido de una planificación, paulatinamente se han limitado sus encantos naturales, se ha privilegiado el duro hormigón. Los problemas de las grandes ciudades agobian a Sangolquí.
Confiamos, en que las autoridades locales, seccionales y nacionales, como homenaje al septuagésimo cuarto aniversario de su creación, den solución a sus necesidades represadas por muchos años.