El reciente Acuerdo Ministerial que incorpora nuevas directrices para el desarrollo del teletrabajo genera dudas tanto en empleadores como trabajadores. En ese contexto, desde ambos sectores se anuncian pedidos de aclaraciones, sobre todo en lo relacionado con dotaciones de insumos y remuneraciones.
Desde antes de la pandemia, el Ministerio de Trabajo ha ido ajustando sus resoluciones, para tratar de adaptar esta nueva modalidad de trabajo en la gestión empresarial. Obviamente, con la emergencia sanitaria y el consecuente confinamiento, el teletrabajo se multiplicó y ahora casi medio millón de personas trabaja desde sus hogares.
Conforme transcurre el tiempo y más empresas deciden si seguirán o no con esta modalidad, los impactos del teletrabajo se sienten en otros ámbitos que van desde afectaciones en la salud mental de quienes se quedan en casa, hasta en otros negocios e incluso en servicios como el transporte y en la cultura empresarial de las compañÃas.
A nivel de mercado, el teletrabajo se siente en espacios como los denominados ‘coworking’, en donde -con el debido distanciamiento social- empresas, emprendedores y trabajadores han encontrado un sitio para reducir costos operativos y encontrar más facilidades de conectividad.
Algunas firmas consultoras de recursos humanos consideran que debido a estas ventajas y a la complicada situación económica, la demanda de ‘coworking’ seguirá en alza.
Sin embargo, el cierre de empresas asà como el teletrabajo también están generando impactos en el mercado inmobiliario y cada vez son más las oficinas que se ofrecen en arrendamiento y/o en venta en las principales ciudades del paÃs. Los corredores de bienes raÃces advierten importantes pérdidas en este año y a eso se añade que los dueños tienen complicaciones porque deben seguir pagando alÃcuotas de seguridad, mantenimiento y limpieza, pese a tener espacios desocupados.
Sin duda, la nueva realidad es desafiante y obliga a adaptarse, con el teletrabajo incluido.