Condenado a 12 años Báez, un alfil de Cristina K.
La Ruta del Dinero K. Sugerente título de una investigación periodística que fue la punta del ovillo de una de las tramas de corrupción más potentes de Argentina y el continente.
Cuando las investigaciones reveladas en el programa de TV Periodismo Para Todos con los agudos comentarios de Jorge Lanata y su equipo de periodismo de profundidad liderado por Nicolás Winaski iban mostrando el inmenso emporio de Lázaro Báez todo se asimilaba un guion de una película de mafias y corrupción de alto calibre.
Lázaro Báez fue condenado a 12 años por lavado de activos por un monto de USD 70 millones. Arrastró al abismo a su familia. Este todavía es el primer capítulo de otras tramas conexas donde contratos con el Estado por USD 3 000 millones están aún sin sentencia.
Bien es verdad que esta es la condena de primera instancia y que han debido pasar largos años hasta que un tribunal dicte sentencia. El condenado guarda prisión domiciliaria ante la protesta de sus vecinos de un lujoso barrio del Gran Buenos Aires.
La arremetida de la Vicepresidenta y Presidenta del Senado contra la Justicia ha sido pertinaz pero no del todo eficiente. La pretendida ‘metida de manos a la justicia’ no ha socavado ni amenazado a todos los jueces y hay algunos que mantienen el tipo con dignidad y alto sentido del deber.
La fuerza de Cristina Fernández de Kirchner no ha logrado convencer del todo al actual Presidente Alberto Fernández, un alto funcionario del Régimen de Néstor Kirchner, luego feroz detractor de Cristina Fernández en su mandato y más tarde aliado por conveniencia.
La sentencia por la Ruta del Dinero K contra Báez debe seguir alimentando los expedientes donde gigantes predios rurales, casas costosas y decenas de autos de lujo son prueba material de que algo olía mal en Dinamarca. Lázaro Báez, de humilde asistente pasó a potentado en pocos años. Tiene en su palmarés haber construido un costoso mausoleo para Kirchner, quien le abrió la puerta a gozar de las mieles del poder y la fortuna mal habida.