Georgieva y Lagarde
Kristalina Georgieva y Christine Lagarde representan por todo lo alto a las mujeres en dos de los organismos económicos más importantes a escala global. La primera acaba de ser confirmada como la nueva directora del Fondo Monetario Internacional y la segunda será la primera mujer que dirigirá, desde finales de año, el Banco Central Europeo, luego de estar al frente del FMI durante ocho años.
Las dos, búlgara la primera y francesa la segunda, se han manifestado en reiteradas ocasiones sobre el poder de las mujeres para sobresalir en un mundo aún marcado por el peso de los hombres en posiciones de altas responsabilidades.
Economista, optimista y feminista comprometida. Así se describe Georgieva. Una de las ideas que repite es que si hubiera más mujeres en la primera línea de la política, sería más fácil resolver los conflictos.
La igualdad de género y la promoción de los derechos de las mujeres, especialmente en los países menos desarrollados, son dos prioridades para la nueva directora del FMI, que antes ya desempeñó cargos en otros organismos internacionales. “Si las mujeres tuvieran las mismas oportunidades que los hombres para alcanzar su máximo potencial, el mundo no solo sería más justo, sino también más próspero”, es una de las frases que lanzó este año Georgieva, cuando ya se perfilaba para manejar el FMI.
Lagarde también se ha manifestado con frecuencia a favor de la equidad de género, en diferentes foros a escala global. Una de sus declaraciones más recientes fue la semana pasada, cuando se refirió a los retos que enfrenta la economía del planeta. La francesa dijo que muchas de las peleas comerciales fueron hechas por el hombre y pueden ser arregladas por el hombre. Y para echarle más picante al complejo debate de género dijo. “Un poco de feminidad no hará daño” a la economía.
Las posiciones de estas dos experimentadas mujeres son válidas y tienen que ser tomadas en cuenta. Por algo son pilares del presente y futuro de la economía mundial.