China es el mayor emisor de gases de efecto invernadero en el mundo. Durante la pandemia,estos disminuyeron. Foto: Reuters
Los compromisos actuales son insuficientes para detener el cambio climático. La llegada del covid-19 y la falta de acciones para detener la emisión de gases, sobre todo en los países más contaminantes del mundo, son algunos de los factores que impiden el cumplimiento del Acuerdo de París.
Estas conclusiones fueron presentadas el pasado 26 de febrero, en el Informe de síntesis inicial sobre las contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC), de la Organización de las Naciones Unidas para el Cambio Climático. El análisis dice que los países deben “redoblar sus esfuerzos climáticos” para limitar el aumento de la temperatura en el mundo a 2°C, de preferencia en 1,5°C, hasta fines de siglo.
Las medidas adoptadas en conjunto permitirían reducir en un 1% las emisiones para el 2030, en comparación con los niveles del 2010. El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático indica que, para alcanzar los objetivos, la reducción de las emisiones debería ser del 45%.
María Amparo Albán, abogada del Instituto Interamericano de Justicia y Sostenibilidad, explica que la difusión de estos datos muestra la preocupación de la ONU al ver que, en los últimos cincos años, no se han producido grandes esfuerzos por cumplir los compromisos. Este documento llega en un momento complicado, dice Albán, debido a la desaceleración del crecimiento económico a escala global, producto de la crisis producida por la pandemia.
Las Partes del Acuerdo de París fueron quienes solicitaron este informe para medir el avance de la implementación de los planes nacionales de acción climática, conocidos como NDC, antes de la COP26, que se llevará a cabo en noviembre en Glasgow.
Albán explica que este evento genera expectativa, ya que es una oportunidad para implementar estrategias de recuperación económica frente al covid-19, con políticas climáticas. También se busca retomar los compromisos de financiamiento y se van a determinar aspectos como la restricción del comercio internacional, por el incumplimiento de los compromisos ambientales.
Esto último se relaciona principalmente con los países en desarrollo, ya que sus productos deben evitar impactos como la deforestación en toda su cadena productiva.
Otro aspecto importante, sostiene Albán, es el retorno de Estados Unidos al escenario ambiental, con su agenda climática conocida como Green New Deal.
El presidente Joe Biden afirmó que reforzará sus compromisos y dio marcha atrás en la decisión de Donald Trump de retirar a su país del Acuerdo de París. Estados Unidos es el segundo mayor emisor de gases de efecto invernadero.
El papel de los países pequeños es importante en esta COP, suspendida por la pandemia. Según la especialista, el reto de naciones como Ecuador está en captar financiamiento climático e invertirlo en acciones para alcanzar las metas, principalmente en temas como la deforestación.
En su NDC, Ecuador plantea una reducción del 9% en sus emisiones proyectadas hasta el 2025, en sectores como energía, agricultura, procesos industriales y residuos. Si se recibe la ayuda internacional, se podría alcanzar una disminución del 20,9%.
La semana pasada, el Ministerio de Finanzas lanzó la Estrategia Nacional de Financiamiento Climático 2020-2030. Ahora se trabaja en dos proyectos más en la misma línea medioambiental: el Plan Nacional de Adaptación Climática y el Plan Nacional de Descarbonización 2050.