En Loja, los supervisores no tienen un complejo especial para efectuar el control a los vehículos. Lo hacen en un canchón del Municipio. Foto: Lilia Arias/ EL COMERCIO
Diez minutos. Ese es el tiempo promedio que les toma a los supervisores revisar el estado los buses y autos. Miran el labrado de las llantas, posibles fugas de aceite, el estado del parabrisas, de las plumas, de las luces y los cinturones. El sistema de frenos no se analiza.
Luego de ese proceso, el vehículo pasa el examen y el usuario puede matricular su carro. Los mecánicos reconocen la falta de rigurosidad en el chequeo visual. Daños severos -no detectables a simple vista- como la eficacia de frenado, el sistema de suspensión o los gases pasan desapercibidos.
Eso sucede en cantones de Guayas, Pichincha, Carchi, Imbabura, Loja y Azuay. En todos se detectó que la revisión a los autos y buses solo es visual.
Solamente en Quito, Cuenca, Guayaquil y Santa Elena se inspeccionan de forma técnica las unidades.
En Ibarra, el Municipio admite que el análisis es poco eficaz. “Es netamente visual porque no contamos con infraestructura necesaria”, dice Sonia Guerrero, supervisora de la Unidad Administrativa del Cabildo. Esto ocurre, pese a que esa ciudad asumió esas tareas el mes pasado.
En Otavalo, la revisión sigue a cargo de la Agencia Nacional de Tránsito (ANT) y también hace chequeos manuales.
Hasta estas dos ciudades llegan los automóviles y buses de los seis cantones de Imbabura.
El mismo examen básico se reporta en los complejos de Tulcán y de San Gabriel, en Carchi, administrados por la ANT. Entre febrero y julio, 120 buses interprovinciales pasaron por esa inspección, un requisito para la matriculación.
Ayer, 10 de diciembre, una decena de autobuses hacía fila a los dos costados de la avenida El Aeropuerto, en Tulcán. La supervisión se hace en la vía pública. No hay un espacio privado, tampoco equipos ni infraestructura. Solo tres ingenieros mecánicos revisaban los autobuses.
Los técnicos de la ANT pueden inspeccionar hasta 70 carros cada día, entre particulares y de transporte público. En esa provincia, el desgaste de los neumáticos es uno de los daños mecánicos más recurrentes.
Incluso se ha detectado que los propietarios de las unidades burlan los controles y se prestan las llantas para aprobar el examen, dice Yadira Pozo, directora provincial de la ANT .
Armando Almeida, presidente de la Unión de Transporte Interprovincial del Carchi, no descarta que eso pueda ocurrir, pero aclara que las 120 unidades son nuevas. El modelo más antiguo es 2 010, apunta.
Una idéntica situación sucede en Loja. El Municipio de esa ciudad no tiene equipos técnicos para el análisis de los vehículos. En el centro de matriculación trabajan tres mecánicos. Un promedio de 200 carros, entre livianos y pesados, pasan cada día por ese complejo. En el resto de la provincia los exámenes también son visuales.
En 14 de los 15 cantones de Azuay pasa lo mismo. Sigue pendiente la revisión técnica. Gualaceo y Girón son las ciudades que acogen los procesos de análisis y matriculación de los 14 000 vehículos que circulan en esas 14 jurisdicciones.
En todos los complejos que visitó este Diario, los técnicos reconocen que el chequeo que hacen a autos y buses es básico y no profundiza en los frenos, motor o la suspensión.
¿Cuáles son las secuelas de estos hechos? Entre enero y octubre, en el país se reportaron 32 186 accidentes de tránsito. Pichincha, Guayas, Manabí, Los Ríos, Tungurahua y Azuay son las provincias donde más percances viales se reportaron.
En Guayas, solo cinco de los 25 cantones poseen centros de revisión técnica (Triunfo, Milagro, Durán, Balzar y Daule). Sin embargo, las autoridades aseguran que no hay áreas de revisión al ojo en esa provincia. Y aclaran que los propietarios se trasladan hacia los cantones que sí cuentan con el servicio.
El plan de la ANT
En agosto del 2012, la ANT emitió una resolución en la cual se dispuso la creación de centros de revisión vehicular en el país. En el documento se señala que es “imperioso” “regular y controlar” el estado “mecánico, de seguridad, la emisión de gases contaminantes y el ruido” de los vehículos.
Y se determinó que “hasta agosto del 2013 se deberá completar y poner en funcionamiento el número de estaciones fijas y móviles que cubran todo el territorio nacional”. Pero en noviembre del año pasado, la entidad informó que a partir del segundo semestre de este año los centros de revisión ya deben estar operativos.
13 meses después eso aún no se cumple. El plan de la ANT era implementar otros 22 centros de revisión fijos en Rumiñahui, Mejía, Latacunga, Ambato, Pelileo, Riobamba, Guaranda, Azogues, Loja, Esmeraldas,. Ibarra, Portoviejo, Manta, Quevedo, Milagro, Babahoyo, Santa Elena, Joya de los Sachas, Macas y Santa Clara.
De esa lista, solo Santa Elena ya tiene una plataforma para analizar técnicamente los buses públicos y automóviles.
Para cubrir el resto de territorio, la Agencia de Tránsito prevé incorporar 21 plantas más: dos semimóviles mixtas (vehículos livianos y pesados), seis semimóviles (solo autos pequeños) y 13 centros móviles para la inspección de motocicletas.
El organismo de control dijo a este Diario que, según el cronograma, la revisión estará operativa en el país en el 2015.
En contexto
Por decreto ejecutivo se creó la Empresa Pública de Revisión Técnica Vehicular. Esa entidad está encargada de implementar los 43 centros (entre fijos y móviles) de revisión técnica en el país. Esos complejos debían estar listos este año.